El peso del trabajo
Cada vez que alguien se entera de mi trabajo como consejera de salud mental, a menudo recibo comentarios similares de condolencia: “Vaya, debe de ser difícil”, “Yo nunca podría hacer lo que tú haces”, etcétera. Para ser completamente transparente, ser terapeuta es un trabajo duro. Algunos días, salgo del trabajo bastante deprimida y pesada. Ir a terapia es un proceso muy curativo para las personas porque tienen la oportunidad de dejar la pesada carga de preocupaciones que llevan. Puede ser increíblemente difícil no recoger las “bolsas” que se dejan en la puerta de la consulta del terapeuta.
Establecer límites sanos es muy necesario porque, sin ellos, me iré a casa a darle vueltas a la lista de asuntos que hay que solucionar o seguiré resolviendo problemas más allá del horario laboral. Muchas profesiones permiten al empleado fichar al final del día y volver a ser quien no es. Sin embargo, el terapeuta siempre es terapeuta, no importa la hora ni el momento del día. La familia y los amigos nos llaman en momentos de necesidad, y alguien necesita que le escuchen o que le defiendan casi a diario.
Trabajar como terapeuta en una organización sin ánimo de lucro significa que muchas veces es necesario ofrecerse como voluntario o ayudar a otras personas fuera del horario laboral sin remuneración. Trabajar en una organización sin ánimo de lucro también obliga a los terapeutas a encontrar formas alternativas de satisfacer las necesidades y resolver los problemas de sus clientes, que pueden proceder de una comunidad marginada o desatendida. Los terapeutas también deben mantenerse fieles a las normas éticas de la HIPPA, lo que significa que el terapeuta tiene un grupo extremadamente limitado de personas con las que puede compartir las cargas de sus clientes y lugares en los que puede buscar apoyo para sí mismo en los días difíciles.
La fatiga por compasión y el agotamiento parecen ser mayores en funciones asistenciales como éstas. Es esencial ser consciente de uno mismo, tomarse tiempo libre y cuidarse para estar lo más disponible posible desde el punto de vista emocional. Así que entiendo de dónde pueden venir las dudas, los comentarios de condolencia y las preocupaciones de los demás cuando se enteran del papel que he asumido como terapeuta en Camino.
La recompensa del trabajo
A pesar de lo difícil que es ser terapeuta, ¡no cambiaría la carrera que he elegido! Todos los días me levanto emocionada por ir a trabajar y empezar mi jornada haciendo llamadas y manteniendo conversaciones con mis clientes. Ser terapeuta es una profesión gratificante y satisfactoria que aporta alegría y satisfacción a quienes deciden dedicarse a ella.
Hay muchas razones por las que los terapeutas disfrutan de su trabajo. Por ejemplo, podemos ayudar y ser testigos de cómo nuestros clientes alcanzan la estabilidad y la salud mental. Tenemos el privilegio de asociarnos con otros proveedores que sienten la misma pasión por trabajar con comunidades desfavorecidas y compartir la responsabilidad de influir positivamente en la vida de las personas.
Personalmente, me atrevería a decir que los terapeutas disfrutan mucho de su trabajo por los progresos que ven en la salud mental de sus clientes. Ver a alguien que lucha contra la ansiedad, la depresión, los problemas de salud mental y otros diagnósticos, ver cómo superan sus dificultades y emergen del otro lado, es increíblemente gratificante. Los terapeutas son testigos de primera mano de la hermosa transformación que puede producirse cuando alguien recibe las herramientas adecuadas y el apoyo que necesita para superar sus dificultades.
Oportunidades únicas con comunidades desatendidas
Además de la alegría de ver a los clientes progresar, los terapeutas sin ánimo de lucro suelen tener oportunidades únicas de trabajar con comunidades desatendidas. Esto puede incluir el trabajo con personas que han experimentado traumas de recursos, los que están luchando con poco o ningún apoyo, o los que viven en la pobreza y carecen de los recursos para satisfacer sus necesidades de salud mental. Al trabajar con estas poblaciones, los terapeutas pueden marcar una verdadera diferencia en la vida de las personas, ayudándolas a superar obstáculos y alcanzar sus objetivos que, de otro modo, podrían quedar desatendidos.
Como terapeuta, me tomo esta responsabilidad muy en serio y trabajo incansablemente para garantizar que mis clientes reciban la atención y el apoyo que necesitan para prosperar mediante la creación de relaciones sólidas, impartiendo educación y dando nuevas herramientas a los clientes y sus seres queridos para convertirse en su yo más exitoso.
Al llegar a conocer a mis clientes en un nivel más profundo, puedo adaptar mi enfoque para satisfacer sus necesidades específicas. Este enfoque personalizado puede ser increíblemente eficaz para ayudar a los clientes a alcanzar sus objetivos y es una de las muchas razones por las que los terapeutas encuentran su trabajo tan satisfactorio. Se nos permite ser creativos y esculpir planes de tratamiento únicos para cada persona que entra en nuestras oficinas o plataformas.
Colaboración, variedad y sentido de comunidad
Además de establecer sólidas relaciones con sus clientes, los terapeutas sin ánimo de lucro también tienen la oportunidad de colaborar con otros profesionales. Esto puede incluir trabajar con psiquiatras, trabajadores sociales y otros profesionales sanitarios para garantizar que los clientes reciben la atención más completa posible. Trabajando juntos, los terapeutas pueden ayudar a sus clientes a conseguir mejores resultados y asegurarse de que se satisfacen sus necesidades de salud mental.
Los terapeutas también disfrutan de la variedad de su trabajo. No hay dos clientes iguales y cada uno presenta un conjunto único de retos y oportunidades. Esto significa que los terapeutas deben ser adaptables y creativos en su enfoque, lo que mantiene el trabajo interesante y atractivo. Puede que tenga los mismos clientes o el mismo diagnóstico, pero cada día mi vida laboral es diferente y nueva. Me encanta no aburrirme nunca en mi trabajo.
Otra razón por la que los terapeutas disfrutan de su trabajo es el sentido de comunidad que conlleva. Los terapeutas suelen trabajar en consultas o clínicas de grupo, lo que significa que tienen la oportunidad de colaborar con otros profesionales y crear un sentimiento de camaradería. Esto puede ser increíblemente gratificante y puede ayudar a fomentar un sentido de pertenencia y propósito. Mis colegas son uno entre un millón. En Camino, cada miembro del personal está divinamente dotado de pasión, curiosidad y amor por su trabajo. La misión afín de atención colaborativa permite que más clientes salgan felices, sanos y emocionalmente competentes para servir a sus seres queridos y a sus comunidades mejor que antes.
Flexibilidad, conciliación y crecimiento
Los terapeutas suelen dedicarse a esta profesión porque aprecian la flexibilidad de su trabajo. Muchos terapeutas de este campo pueden establecer sus propios horarios, trabajar desde casa o desde otros lugares, ver a muchos clientes a la vez o repartirlos durante la semana. Esto puede ser especialmente beneficioso para quienes tienen familia y/u otras obligaciones y compromisos exigentes que requieren flexibilidad en su horario de trabajo. La conciliación de la vida laboral y familiar es muy importante en cualquier trabajo, pero muchos terapeutas planifican su formación y su carrera teniendo esto en cuenta.
Por último, los terapeutas disfrutan de su trabajo porque les brinda la oportunidad de seguir aprendiendo y creciendo. El campo de la salud mental evoluciona constantemente y los terapeutas deben estar al día de las últimas investigaciones y técnicas. Este aprendizaje continuo puede ser difícil y costoso, pero también puede ser increíblemente gratificante, ya que los terapeutas aprenden a aplicar nuevos conocimientos y habilidades a su trabajo con los clientes.
En Conclusión
En conclusión, ser terapeuta es realmente un trabajo duro que pocos entienden y aún menos lo hacen en un entorno sin ánimo de lucro. Sin embargo, mi trabajo es una profesión increíblemente gratificante y satisfactoria que me aporta alegría y satisfacción. Desde la oportunidad de ayudar a los clientes a conseguir una salud mental estable hasta la pasión por trabajar con comunidades desfavorecidas y la responsabilidad de mejorar la vida de las personas, hay muchas razones por las que los terapeutas disfrutan de su trabajo. Si está pensando en hacer carrera en el campo de la salud mental, sepa que se adentrará en un campo que es a la vez desafiante y profundamente gratificante. Me encantan mis clientes y me encanta mi trabajo.