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Día de la Independencia: La Libertad en los Ojos de un Inmigrante Cubano

El 4 de julio, también conocido como el Día de la Independencia, es un día importante en la historia de los Estados Unidos. Es un día lleno de patriotismo, celebraciones y fuegos artificiales, y para muchos representa la preciada libertad que Estados Unidos ganó en 1776. Sin embargo, el significado de este día tiene un significado aún más profundo para las personas que han experimentado la vida sin libertad de primera mano. En este blog, exploraremos el viaje de un inmigrante cubano para comprender lo que realmente significa el 4 de julio para él.

El Viaje a la Libertad:

Amittay Rodríguez, ex médico y pastor en Cuba, tuvo una vida cómoda sirviendo a la gente a través de su práctica médica y su función en una iglesia local. Sin embargo, sus conexiones con amigos en Estados Unidos lo convirtieron en blanco de sospechas para el gobierno cubano. Bajo una presión cada vez mayor y temiendo por la seguridad de su familia, Rodríguez y un grupo de amigos se embarcaron en un peligroso viaje para escapar de Cuba.

En diciembre de 2005, luego de meses de planear y construir en secreto una balsa, emprenden su viaje a Estados Unidos con el plan de partir desde la costa norte de Cuba. El viaje estuvo lleno de peligros, incluida una violenta tormenta en medio de la noche que amenazó con volcar su pequeña balsa. A pesar de los inmensos desafíos, perseveraron con esperanza y fe, sintiendo la mano de Dios guiándolos a través de las aguas tormentosas.

Cuando la tormenta se calmó, el grupo comenzó a sentirse aliviado cuando vieron un gran bote que se les acercaba desde el horizonte. Que ellos supieran, estaban a punto de ser rescatados por quien sea que estuviera en este barco, y estarían en América en poco tiempo. Desafortunadamente, resultó ser la Guardia Costera de los Estados Unidos, quien legalmente tuvo que devolverlos a Cuba. A pesar de la decepción de Rodríguez, su espíritu se mantuvo resistente, ya que el viaje hacia la libertad estaba lejos de terminar.

Años de Lucha y Resiliencia:

Los años que siguieron a su regreso a Cuba estuvieron llenos de penurias. A su llegada, Rodríguez enfrentó una dura realidad cuando descubrió que el gobierno incautó su casa, su automóvil y todas las pertenencias de su familia, dejándolos sin nada. También le revocaron la licencia médica, lo que lo dejó sin trabajo. Sin embargo, una iglesia en La Habana se enteró de su historia y ofreció cobijo y protección a su familia. Rodríguez finalmente se unió a la iglesia como pastor y se dedicó una vez más a servir al pueblo cubano a pesar de haber perdido su título de médico.

La iglesia floreció e incluso plantaron tres iglesias adicionales durante el mandato de Rodríguez. Sin embargo, su deseo de libertad persistió, lo que lo llevó a él y a su familia a huir a México, donde se escondieron durante cuatro meses antes de cruzar finalmente la frontera con los Estados Unidos. El 17 de octubre de 2009, solicitaron asilo oficialmente, marcando el comienzo de su nueva vida en la tierra de la libertad.

El primer 4 de julio: Abrazando la Libertad:

En 2010, Rodríguez y su familia vivieron su primer 4 de julio en los Estados Unidos. Fue un momento lleno de emoción y gratitud. Vistiendo camisetas patrióticas decoradas con la bandera americana y la palabra “libertad”, celebraron el significado de este día. Aprendieron sobre los principios de la Constitución y de la república, afirmando su compromiso de luchar por los valores que defiende Estados Unidos.

Al ver los fuegos artificiales iluminar el cielo nocturno, Rodríguez se dio cuenta de que simbolizaban más que solo la celebración de la libertad; representaban la esperanza. Nacido en Cuba, un país donde la esperanza en el futuro era escasa, su llegada a los Estados Unidos le abrió un mundo de posibilidades. La tierra de las oportunidades les ofreció la posibilidad de crecer, aprender, ayudar a los demás y desarrollarse como nunca antes se habrían imaginado.

Concepto de Libertad: Un Claro Contraste:

Rodríguez reflexiona sobre el claro contraste entre el concepto de libertad en Cuba y Estados Unidos. En su tierra natal, la palabra “libertad” parecía inexistente. No había libertad de expresión, religión, viajes o el derecho a elegir el propio camino. En cambio, Estados Unidos le otorgó la libertad de ir a donde quisiera, estudiar cualquier tema, expresarse abiertamente y participar en una multitud de actividades que antes estaban fuera de su alcance. La distinción era clara: Cuba no tenía libertad, mientras que Estados Unidos la abrazó.

Celebrando el 4 de julio:

Mientras la bandera estadounidense ondea frente a su hogar todos los días, simbolizando la libertad que aprecian, Rodríguez y su familia celebran el 4 de julio con gran entusiasmo. Compran nuevas camisetas patrióticas, mostrando con orgullo su amor por su nueva patria.

Su celebración consiste en una reunión familiar en la que asan carne de res, un acto sencillo que tiene un profundo significado. En Cuba era ilegal poseer carne de res. Mientras se reúnen alrededor de la parrilla, la carne chisporroteante sirve como un recordatorio tangible de la libertad de disfrutar los placeres básicos de la vida que antes se les negaban.

Una Invitación a Entender:

Rodríguez invita a todos los estadounidenses a comprender verdaderamente el significado del 4 de julio. Si bien muchos pueden verlo como un día de fiesta, él alienta a todos a recordar el contexto histórico y reflexionar sobre la libertad que tanto luchó la nación. Él enfatiza la importancia de alabar al Señor por los eventos del 4 de julio de 1776, ya que marcó el nacimiento de una nación que brindaría libertad y oportunidad a innumerables personas como él.

Conclusión:

La historia de Amittay Rodríguez es un testimonio del poder de la esperanza, la fe y la resiliencia en la búsqueda de la libertad. Mientras celebramos el 4 de julio, recordemos las luchas que enfrentan quienes han buscado refugio en los Estados Unidos y abracemos la libertad que con demasiada frecuencia damos por sentada. A medida que los fuegos artificiales iluminan el cielo, que sirvan como recordatorio de las posibilidades ilimitadas que brinda la libertad, y que sigamos apreciando y defendiendo los valores que definen a nuestra nación.

Cubano Por Nacimiento, Americano Por Elección

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El 4 de julio, también conocido como el Día de la Independencia, es un día importante en la historia de los Estados Unidos. Es un día lleno de patriotismo, celebraciones y fuegos artificiales, y para muchos representa la preciada libertad que Estados Unidos ganó en 1776. Sin embargo, el significado de este día tiene un significado aún más profundo para las personas que han experimentado la vida sin libertad de primera mano. En este blog, exploraremos el viaje de un inmigrante cubano para comprender lo que realmente significa el 4 de julio para él.

El Viaje a la Libertad:

Amittay Rodríguez, ex médico y pastor en Cuba, tuvo una vida cómoda sirviendo a la gente a través de su práctica médica y su función en una iglesia local. Sin embargo, sus conexiones con amigos en Estados Unidos lo convirtieron en blanco de sospechas para el gobierno cubano. Bajo una presión cada vez mayor y temiendo por la seguridad de su familia, Rodríguez y un grupo de amigos se embarcaron en un peligroso viaje para escapar de Cuba.

En diciembre de 2005, luego de meses de planear y construir en secreto una balsa, emprenden su viaje a Estados Unidos con el plan de partir desde la costa norte de Cuba. El viaje estuvo lleno de peligros, incluida una violenta tormenta en medio de la noche que amenazó con volcar su pequeña balsa. A pesar de los inmensos desafíos, perseveraron con esperanza y fe, sintiendo la mano de Dios guiándolos a través de las aguas tormentosas.

Cuando la tormenta se calmó, el grupo comenzó a sentirse aliviado cuando vieron un gran bote que se les acercaba desde el horizonte. Que ellos supieran, estaban a punto de ser rescatados por quien sea que estuviera en este barco, y estarían en América en poco tiempo. Desafortunadamente, resultó ser la Guardia Costera de los Estados Unidos, quien legalmente tuvo que devolverlos a Cuba. A pesar de la decepción de Rodríguez, su espíritu se mantuvo resistente, ya que el viaje hacia la libertad estaba lejos de terminar.

Años de Lucha y Resiliencia:

Los años que siguieron a su regreso a Cuba estuvieron llenos de penurias. A su llegada, Rodríguez enfrentó una dura realidad cuando descubrió que el gobierno incautó su casa, su automóvil y todas las pertenencias de su familia, dejándolos sin nada. También le revocaron la licencia médica, lo que lo dejó sin trabajo. Sin embargo, una iglesia en La Habana se enteró de su historia y ofreció cobijo y protección a su familia. Rodríguez finalmente se unió a la iglesia como pastor y se dedicó una vez más a servir al pueblo cubano a pesar de haber perdido su título de médico.

La iglesia floreció e incluso plantaron tres iglesias adicionales durante el mandato de Rodríguez. Sin embargo, su deseo de libertad persistió, lo que lo llevó a él y a su familia a huir a México, donde se escondieron durante cuatro meses antes de cruzar finalmente la frontera con los Estados Unidos. El 17 de octubre de 2009, solicitaron asilo oficialmente, marcando el comienzo de su nueva vida en la tierra de la libertad.

El primer 4 de julio: Abrazando la Libertad:

En 2010, Rodríguez y su familia vivieron su primer 4 de julio en los Estados Unidos. Fue un momento lleno de emoción y gratitud. Vistiendo camisetas patrióticas decoradas con la bandera americana y la palabra “libertad”, celebraron el significado de este día. Aprendieron sobre los principios de la Constitución y de la república, afirmando su compromiso de luchar por los valores que defiende Estados Unidos.

Al ver los fuegos artificiales iluminar el cielo nocturno, Rodríguez se dio cuenta de que simbolizaban más que solo la celebración de la libertad; representaban la esperanza. Nacido en Cuba, un país donde la esperanza en el futuro era escasa, su llegada a los Estados Unidos le abrió un mundo de posibilidades. La tierra de las oportunidades les ofreció la posibilidad de crecer, aprender, ayudar a los demás y desarrollarse como nunca antes se habrían imaginado.

Concepto de Libertad: Un Claro Contraste:

Rodríguez reflexiona sobre el claro contraste entre el concepto de libertad en Cuba y Estados Unidos. En su tierra natal, la palabra “libertad” parecía inexistente. No había libertad de expresión, religión, viajes o el derecho a elegir el propio camino. En cambio, Estados Unidos le otorgó la libertad de ir a donde quisiera, estudiar cualquier tema, expresarse abiertamente y participar en una multitud de actividades que antes estaban fuera de su alcance. La distinción era clara: Cuba no tenía libertad, mientras que Estados Unidos la abrazó.

Celebrando el 4 de julio:

Mientras la bandera estadounidense ondea frente a su hogar todos los días, simbolizando la libertad que aprecian, Rodríguez y su familia celebran el 4 de julio con gran entusiasmo. Compran nuevas camisetas patrióticas, mostrando con orgullo su amor por su nueva patria.

Su celebración consiste en una reunión familiar en la que asan carne de res, un acto sencillo que tiene un profundo significado. En Cuba era ilegal poseer carne de res. Mientras se reúnen alrededor de la parrilla, la carne chisporroteante sirve como un recordatorio tangible de la libertad de disfrutar los placeres básicos de la vida que antes se les negaban.

Una Invitación a Entender:

Rodríguez invita a todos los estadounidenses a comprender verdaderamente el significado del 4 de julio. Si bien muchos pueden verlo como un día de fiesta, él alienta a todos a recordar el contexto histórico y reflexionar sobre la libertad que tanto luchó la nación. Él enfatiza la importancia de alabar al Señor por los eventos del 4 de julio de 1776, ya que marcó el nacimiento de una nación que brindaría libertad y oportunidad a innumerables personas como él.

Conclusión:

La historia de Amittay Rodríguez es un testimonio del poder de la esperanza, la fe y la resiliencia en la búsqueda de la libertad. Mientras celebramos el 4 de julio, recordemos las luchas que enfrentan quienes han buscado refugio en los Estados Unidos y abracemos la libertad que con demasiada frecuencia damos por sentada. A medida que los fuegos artificiales iluminan el cielo, que sirvan como recordatorio de las posibilidades ilimitadas que brinda la libertad, y que sigamos apreciando y defendiendo los valores que definen a nuestra nación.

Cubano Por Nacimiento, Americano Por Elección

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